Con su voz sensual me seduce, me llama y busca encontrar en mí sus fines, esos que pocos aceptan en la incoherencia del alma triste y nahuseabunda, sumergida en olores y repugnancias. Escapar quisiera de sus manos, mas su mirada me arrastra por los pedregales de la vida, sólo para tocarla. Aún me seduce, aún me llama.
Quiero alcanzarla, no trengo valor para dejar los viciosos sucesos que coartan mis sentimientos, y me guían lejos de ella, aún más cerca, aún más furtemente me llama; dice mi nombre, grita en mis llagas, espera por mí simplemente bajo un árbol posada. Un árbol con raíces en el mar, que atrapan a los seres en algunos rincones cubiertos por agua, espera por mí, paciente y extaciada, muchos la buscan, pocos le aman, y en su momento, todos le alcanzan.
Las penumbras cubren el día y en majestuocidad ella se alza por sobre ríos y montañas, es más poderosa que la vida, es su mayor enemiga, y aún me espera bajo el árbol sentada, y aún se eleva sobre el mundo, expandiendo sus alas de sangre, ahogando la maldita incapacidad de aquellos que no le saben valorar y respetar. Y ún me seduce, y aún me llama.
Algún día le alcanzaré, pronto tomare en mis manos la angustia e inhundaré mi cuerpo y mi alma con sangre triste y melancólica, para acabar con la pasión, para encontrar el consuelo en sus brazos y envolver mis sufrimientos con sus alas de dolor

escrito de hace unos dos años... no es mi instinto suicida el que se manifiesta, aunque algo de eso ha de haber en el poema de prosa. Es mas bien -diria yo humildemente- una manifestación de admiración y curiosidad, un sesgo de adoración? quizás, pero lo que indudablemente sale a relucir es la temática que ha rodeado mis escritos desde hace al menos seis años... muerte, sangre, oscuridad, y muchas otras cosas que son mejor escribir que realizar. Por qué poseo esa atracción hacia lo que muchos temen? no lo se, no tendria explicación al respecto, puede ser para ir en contra de las masas, puede ser que este loca, o simplemente una cosa de gustos -despues de todo bien dice esa frase conocidisima "en gustos no hay nada escrito"- sin embargo yo lo escribo, una y otra vez, redundando en un circulo vicioso de dolor y muerte. por eso es que el thanatos es tan poderoso como el eros, y aunque la mayoria se incline por uno -claramente eros-, thanatos, esa pulsación de muerte, creo que a todos se nos presenta, en un momento u otro, y creo yo, también, que negarlo no es lo mejor. Admirarlo, observarlo, recrearlo, expresarlo, hablarlo, puede en cierta forma, ayudar a ceptarlo y sobrellevarlo...

ya no les aburro mas con mis divagaciones sobre temas que quizás a nadie le interesen...

muak!